CAPITULO 2.
Cárcel Estatal, Presente.
26 días antes experimento.
La probabilidad es algo curioso.
Especialmente cuando todas las posibilidades están en mi contra.
Que posibilidades hay de que, después de 9 años de estar en este detestable lugar, hoy, cuando me termino el famoso libro de la probabilidad, vienen y me ofrezcan salir de aquí?
Mi primer contacto con idea de la probabilidad fue hace como 3 semanas, cuando decidí decirle a Gallardo, un reo de casi 60 años, que usualmente gana todas las partidas de poker, que me enseñara a jugar.
Gallardo es querido entre los guardas, y usualmente los guardas dejan pasar el hecho de que el organice y de que se juegue poker del todo, pues ellos saben que los juegos son uno de los mejores medios de negocio en la cárcel, y mantienen a los reos contentos, hasta donde ellos saben no apuestan dinero. Gallardo por su parte usualmente gana las partidas y consecuentemente se apodera de la mayoría de los productos apostados, asi qué como es obvio la gente lo busque para comprarle cosas: cigarros, pasta de dientes, galletas, desodorantes y hasta ropa interior.
Gallardo es una persona noble, una persona con la que no me cuesta hablar, a pesar de mi personalidad ajena, y mis ganas de nunca socializar, con Gallardo es diferente, el me parece una persona sabia e inteligente. La razón por la que llego a la cárcel fue por ser parte de un atraco en España en los 80’s donde un político se robo millones de dólares, el salió embarrado, pero nunca nadie ha sabido su papel en el asunto, lo que si se sabe es que Gallardo es una calculadora con pies.
Al decirle que me enseñara a jugar, el me dijo con una sonrisa —Un mago nunca enseña sus secretos—.
Yo con toda la seriedad del mundo le dije que a su edad debería estar pensando en pasar sus secretos a las nuevas generaciones, eso a el le dio mucha gracia, y me dijo, —Ok, voy a pensarlo, pero talvez te decepcione saber que no hay ningún truco, todo depende de si sabes utilizar la probabilidad a tu favor. —
“Utilizar la probabilidad a mi favor? Que rayos significa eso?” Pensé.
Pero me dio una idea, y esa idea me llevo a la biblioteca de la cárcel.
En 9 años ésta era la quinta vez que entraba a este lugar… la tercera vez que sacaba un libro. Nunca he sido mucho de leer.
De no ser que hay una computadora para buscar libros, nunca hubiera encontrado el Libro que buscaba, ya que nunca hubiera pensado buscarlo en la seccion de Ciencia.
El libro se llama, “La Ley de la Probabilidad” por Alejandro Salté.
“Ok, el autor se llama igual que yo”. Pensé. Talvez en el fondo fue una de las razones por lo que no lo deje botado después de la 3 tercera pagina. Pero debo confesar que tuve demasiadas ganas, pues el libro no era para nada lo que esperaba. En primer lugar tenia mucha historia de los creadores de la “Teoría” y mucha matemática, después de docenas de paginas leídas, cuando toco el tema del poker, fue solo en 2 paginas y en resumen lo que me dio a entender es que la persona que espera hacerse millonario apostando era un idiota, pues la probabilidad siempre juega en nuestra contra. Así que lo que uno termina haciendo la mayoría de los casos es perder dinero (o en mi caso, suplementos y productos higiénicos) en vez ganar nada.
Para ser mas especifico, aprendí que las posibles combinaciones de cartas son un poco menos de 2 millones 600 mil. Para sacar un Royal Flush es 1 entre 650 mil posibilidades. Eso es en poker… Que por ser 52 cartas cada vez que se baraja hay posibilidades de que esa especifica secuencia después de haber sido barajada no se haya repetido nunca en la historia del mundo. Cosas increíbles de creer… Y aun así, Gallardo usualmente gana. Que alguien me explique eso.
Después del quinto capitulo, el cual me tuve que leer 2 veces, pues pone todos los fundamentos de la teoría, no se me hizo tan mal, tomando en cuenta que saltaba todo lo que tuviera matemáticas complicada y como 4 capítulos completos de mecánica cuántica… “Quien rayos sabe que es mecánica cuántica?” Y perdón por mi ignorancia… Pero el gato del científico… O esta muerto o vivo… Aun cuando el dueño no sepa… Que es esa idiotez de que esta muerto y vivo a la vez? Pero aparte de esa teoría cuántica y las matemática difícil debo confesar que no estuvo tan mal… me gusto mucho el hecho de que el autor pusiera muchos ejemplos de probabilidad no en formulas matemáticas si no en ejemplos de la vida diaria.
Como las posibilidad de ser atropellado por un Camaro, o la posibilidad de encontrarme un billete de 100 dolares en la calle, o la probabilidad de que muera de un Choque de asteroide, etc. Hasta me enseño a crear mis propias probabilidades.
Pero el punto importante aquí es que después de leerme el libro una serie de cosas que son extremadamente improbables me empezaron a suceder, no se si fue el hecho de leerme el libro, que me hizo estar mas atento al hecho de cuan improbable es la situación, sin necesidad de hacer matemáticas, pero en la mayoría de los casos el puro sentido común muestra la improbabilidad.
Recuerdo hace años atrás, Angela me dijo que tenia varios días de que veía el reloj en el momento exacto en que eran las 11:11, ya fuera de la mañana o de la noche.
—Es como una fuerza que hace volver a ver el reloj, te lo juro Ale, te lo juro!- Dijo Ella.
—Angie, estas loca- Dije.
Ella me volvió a ver can sus ojos bien abiertos, tratando de mostrarse ofendida y dijo -Vas a ver que si es cierto, de ahora en adelante, cada vez que me pase te voy decir, es mas, he notado que cuando me fijo durante el día, usualmente los minutos siempre están en el 11, te vas a comer tus palabras. -Dijo con una sonrisa maliciosa.
Talvez me este pasando lo mismo ahora, pues si es cierto que después de que Angela me dijo eso, yo mismo empece a ver el reloj cuando estaba en el minuto 11 y también empece a notar que era común que a las 11:11 volviera a ver mi reloj, o cualquier reloj que estuviera alrededor.
“Este es uno de esos casos.” Pensé en el momento que un oficial me dijo: —Ven conmigo, te buscan afuera— y al ver mi cara de asombro ya que tenia años de no recibir visitas me dijo en modo de secreto: —Son personas de corbata.—
El Axis Capitulo 2 | Por Andres Marin Solis
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