—¿Están seguros de que no quieren ir con nosotros a la iglesia? —preguntó Fryma, —El Reverendo Fisher ha preguntado por ustedes varias veces. —
—¡No, Ma! —contestó Asher, —Tenemos solo una semana para grabar el video del primer sencillo del disco, y no podemos perder tiempo en nada más. —
—Ir a la iglesia no es perder el tiempo. —respondió su madre con el famoso tono de «no voy a hacer un problema de esto».
—¡Ay, Mami!, Ash no se refería a que sea una pérdida de tiempo —respondió Axel defendiendo a su hermano, —Es que queremos grabar todo el video aquí en Hayvenhurst, como modo de tributo. Queremos ir por toda la ciudad, de hecho ya quedamos que Becky, Sarah y los hermanos Molina nos van a ayudar en la grabación, pero ocupamos terminar la idea completa hoy para poder empezar a grabar mañana mismo. —
—¡Bueno! No importa, —dijo su padre tomando la billetera y las llaves, —Nosotros tenemos el evento de caridad después de la iglesia. Ahí les queda comida para el almuerzo, y en la noche nosotros traemos algo para cenar. Nos vemos como a las 7 pm, ¿les parece? —
—¡Ok, Pa! ¡Bye! —dijeron los gemelos en armonía, algo que pasa seguido y los dos hermanos detestan. Su madre les dio un beso a los dos y les dijo lo contenta que está de tenerlos en casa esta semana y que van a apurarse para cenar todos juntos en la noche.
Apenas Axel terminó de desayunar, se fue a la sala donde estaba su hermano con una computadora trabajando en el guión del video.
Axel agarró su propia computadora y se metió al archivo compartido y empezó a leer los cambios que su hermano ha estado haciendo.
—¿Entonces, si quedamos en que vamos a usar la imagen del papalote en vez de la del avión de papel? —preguntó Axel.
—Sí, pero la idea es que la cuerda del papalote se revienta y se va volando por sí solo por la ciudad. —respondió Asher.
—Entonces solo vamos a usar escenas al aire libre. —continuó Axel.
—Creo que sí, tipo parques, estaciones de buses, centros comerciales abiertos, etc. ¿O quería alguna escena dentro de algún lugar específico? —
—No, no, yo decía nada más, no es necesario —y siguió leyendo. Después de unos minutos, preguntó: —¿Cuántos actores vamos a necesitar entonces? —
—Yo creo que cuatro son suficientes, son cuatro versos, cuatro respuestas, cuatro eventos. Y al final todos llegan al concierto. Ah, y el hermanito de Becky al principio que es el que pierde el papalote. —
Axel no dijo nada y continuó leyendo. Cuando llegó al final, dijo satisfecho: —Este video va a quedar increíble. —
—¡La verdad es que sí! —contestó Asher. Y los dos, de nuevo en sincronía, suspiran con una sonrisa de satisfacción.
Axel agarró una bola de tenis que tenía al lado y la empezó a rebotar contra la pared. Asher se levantó hacia el refrigerador y dijo: —Tenga cuidado y no le vaya a pegar al cuadro, porque usted sabe cómo le va a ir. —El cuadro al que Asher se refería era una foto gigantesca enmarcada de Allan y Fryma, con sus primeros hijos, Lexie y Jordan.
Lexie y Jordan murieron en un accidente automovilístico cuando tenían 13 y 15 respectivamente, antes de que Asher y Axel nacieran. Sus padres no hablan mucho de ellos, y los gemelos tampoco preguntan de más. En parte, por evitarles a sus padres dolor. En parte porque no saben cómo tocar el tema. De hecho, los gemelos creen que ellos son producto del vacío que quedó en la familia cuando sus hermanos murieron, ya que menos de un año después ellos nacieron.
Esta es la razón por la que sus padres son un poco mayores que la mayoría de los padres de sus amigos. Parecen más abuelos que padres. Todos los padres de sus amigos andan por los 40 o 50 años, mientras que los suyos, en un par de años, van a llegar a los 60. Lo cual no es malo para nada. Sus padres, por la edad, son más maduros, ya están realizados, son más atentos y más pacientes.
Asher, después de un rato de estar con la puerta del refrigerador abierta, exclamó: —¡Rompope! —
Axel respondió: —¡Uy, sí! ¿Bendecido? —
—No, pero papá tiene Brandy, déjame y busco. —
Mientras Asher buscaba en el minibar, le entró un texto a Axel, y al terminar de leerlo dijo: —¡Ah, qué mierda! Dice Becky que no vamos a poder usar la piscina de su papá para grabar la escena del concierto. —
—¡Yo sabía!— lamentó Asher. —No entiendo por qué ayer nos dijo con tanta seguridad que si se iba a poder sin antes preguntar, ¿qué hacemos entonces? —preguntó Asher mientras regresaba con una botella de coñac.
En ese momento, la bola de tenis que Axel estaba tirando a la pared pegó con la foto enmarcada de sus padres y hermanos fallecidos, tirándola al piso. Por pura suerte no se rompió el marco ni el vidrio. La bola rodó a la esquina opuesta de la gran sala, donde hay un pasillo largo que lleva a las escaleras del sótano. El sonido de la bola rebotando gradas abajo reverberó en toda la sala y los gemelos se miraron el uno al otro, con media sonrisa, pensando lo mismo.
«La vida tiene muchas formas de poner a prueba la voluntad de una persona;
o haciendo que no pase nada, o haciendo que todo pase al mismo tiempo.»
—Paulo Coelho, El vencedor está solo