Es interesante ver como muchas iglesias actúan en medio de emergencias o crisis. Podemos pensar en un mal ejemplo, como cuando Lakewood, la mega iglesia de Joel Osteen, no quiso abrir sus puertas para refugiados del huracán Harvey. O podemos pensar en buenos ejemplos como la historia que nos cuenta Dino Rizzo en su libro “Servolution” acerca del huracán Katrina, donde podemos ver a Healing Place Church enfrentar la crisis que trajo el huracán y el modo en que todas las iglesias del área se unieron a ayudar sin pensar en costos, ni en créditos, ni en política. (Les invito a leer el libro para saber la historia a fondo).
Mi crítica (y los que me conocen saben que soy bueno para criticar a la institución), es que a veces estamos tan cómodos los domingos en nuestro servicio/culto, que se nos olvida lo que realmente es ¡Ser iglesia! Y como iglesia, necesitamos a veces que nos den una bofetada y nos hagan caer en razón de que tenemos que tomar acción y cuidar de aquellos que Dios nos dio ¡Nuestra gente!
Sí, esto se podría leer como que le estoy hablando al pastor, pero la verdad es que, si la definición de pastor es “Amar y cuidar a las ovejas”, todos podemos actuar pastoralmente en este tiempo de crisis. “Nuestra gente”, no es la gente del pastor, “nuestra gente” es ¡Nuestra comunidad! Y cada iglesia tiene una comunidad.
No es como actuamos en momentos de prosperidad, si no como actuamos en momentos de crisis lo que refleja que hay en nuestro corazón! Y cuando el corazón de una iglesia no refleja amor y cuidado entre su gente es decepcionante.
¡En este momento estamos en crisis!
Es mas, no creo que sea exagerar decir que ¡estamos hasta el cuello de crisis!
Porque la crisis esta vez no es local, es mundial, estásucediendo a tiempo real en todos o casi todos los países del mundo. Y parece como que el Chapulín Colorado ¡No podrá venir a defendernos!
El problema del coronavirus es que es contagioso y no siempre presenta síntomas! Las personas pueden pasar al rededor de una semana contagiando gente sin saber que están enfermos.
Ahora bien, es cierto que, a comparación de otros viruses el CoronaVirus no es tan mortal ni su nivel de contagio es tan grave. Pero la diferencia la hace el hecho de que no sabemos quién está enfermo y quién no, justamente por la falta de síntomas. Es por este motivo, que la iglesia tiene que prepararse para enfrentar una nueva realidad.
Pero el “Distanciamiento Social” no quiere decir que la comunidad se tenga que ir al carajo!
Hay muchas cosas que las iglesias pueden hacer para mantener el distanciamiento social requerido entre los miembros de su comunidad, y al mismo tiempo, ser comunalmente activo, haciendo lo que la iglesia debería hacer: mostrar amor y cuidar a su gente.
Este es el mejor momento para ser iglesia fuera del templo. Algo que muchos lideres cristianos han olvidado hacer!
Te voy a dar una lista de cosas que como líder, Pastor o parte de la comunidad puedes hacer para procurar que tu gente sienta que estas con ellos en estos momentos difíciles.
1- Líder: Crea y mantén comunicación virtual con tu iglesia!
Muchas iglesias tienen sistemas de textos para comunicar noticias o eventos. Ese sistema puede servir para motivar en medio de situaciones de crisis y emergencias, otra alternativa es crear grupos de WhatsApp o facebook. Estos grupos ayudan tambien a crear comunidad, ya que permite que la gente hable, comente e interactúe tambien entre ellos.
Grupos así pueden ayudar a movilizar información importante, tales como noticias oficiales, eventos medicos y promociones exclusivas, etc. Un claro ejemplo de esto es el siguiente: unos supermercados en California van a hacer un horario especial para que gente mayor de 65 años, personas deshabilitadas y mujeres embarazadas puedan ir a comprar cosas que necesiten antes de que el supermercado empiece su dia oficialmente, es decir, que abra al público en general. Ese tipo de información puede ser vital para muchos!
2- Crea una “Lista de Necesidades” con tu iglesia.
¡Esta idea es genial! Ya que en nuestras iglesias hay gente con más necesidad que otras. Con una “Lista de Necesidades” tu gente puede comunicarse con un líder y decirles las cosas que ocupan, y esa información se promueve a toda la iglesia para poder ayudarnos entre nosotros mismo. Con un corazón generoso, podemos abarcar la necesidad de todos.
Recordemos que van a haber muchas razones por las que personas pueden tener necesidades, ya sea que sus trabajos se vean obligados a cerrar por un tiempo, que al estar las escuelas cerradas no tengan con quien dejar a los niños, o que el dinero que el gobierno le da a las personas mayores que viven solas no sea suficiente. Un sistema como este, no sólo trae paz entre la comunidad y promueve la generosidad, sino que también genera un ambiente de confianza y empatía para con todos.
Mamás solteras, ancianos y personas con discapacidades son los que más ayuda van a necesitar.
3- Mantengamos la comunidad aunque no podamos ir a la iglesia!
Tengamos en mente lo siguiente. Lo sepamos o no, hay muchas personas solas, cuyo tiempo de comunidad se reduce al domingo en la iglesia.
Seamos intencionales en preguntarle a aquellos que no tienen familia, o viven solos, si quieren que alguien los llame durante el día, no tiene que haber un programa sobre un tema específico para hablar, puede ser espontáneo y en la llamada hablar de lo que sea. La idea fundamental, es que mantengamos el sentimiento de comunidad.
Crea un equipo de personas, y dales la responsabilidad de llamar unas 2 o 3 personas por día, para ver como están, para ver si ocupan algo, para que ellos no se sientan solos.Es muy importante, darle seguimiento a la información recopilada y ser proactivos en apoyarles con base en las necesidades que éstas personas expresaron, ya que la decepción ante las expectativas, es algo que tiende a generar separación dentro de la comunidad.
Esto puede ayudar a que los miembros de la iglesia sean más cercanos entre sí, y al final se creen relaciones más estrechas y profundas.
4- Mostremos gracia y amor a los enfermos!
Expertos dicen que, de aquí a un año tal vez del 50% al 70% de las personas en todo el mundo van a haberse contagiado. Y sé que tal vez por ahora sea difícil de creer, pero vamos a llegar a un punto donde nuestra gente, nuestra comunidad, va a contagiarse. Ya sea una persona o una familia entera.
¿Qué mejor momento para mostrar amor y gracia? No sólo con apoyo y palabras de ánimo, sino también con ayuda económica y social.
¿Podría alguien de la iglesia ir a hacerle las compras? ¿Traerles medicina? Llamarlos y decirles: No cocinen esta noche, yo les voy a comprar la cena ¿Qué se les antoja? Sí, sí y sí. Con amor, generosidad e intencionalidad, todo esto y más es posible.
Si una familia de nuestra iglesia tiene que pasar por una cuarentena, procuremos que sea sólo de contacto físico y no de comunal.
Motive a la gente de la iglesia a llamarlos, a preguntarles como están, a hablar con ellos y que ayuden en lo que puedan.
El aislamiento y las cuarentenas van a causar mucha depresión y soledad. Recordemos que muy posiblemente todos vamos a pasar por ahí. Desarrollemos empatía para con todos los demás.
5- Preguntemos las preguntas difíciles!
Dice un viejo dicho, que la única pregunta tonta, es la que no se hace.
Preguntemos a nuestra gente si tienen suficiente comida, si tienen seguro/plan médico o cualquier otro medio de atención médica profesional, si tienen quien les cuide los hijos, si tienen como movilizarse si se enferman o quien los lleve al doctor, o si la medicina que tienen les es suficiente.
Lo más probable es que en este momento lo único que escuchemos en las noticias, es acerca de infectados y muertos en X o Y Lugar. De igual manera, es muy probable que no conozcamos a nadie que esté enfermo o en estado crónico. Sin embargo, con el paso del tiempo, empezaremos a escuchar de casos dentro de nuestra comunidad. Aunque parezca imposible, debemos tener presente el no caer en el pánico, sino abocarnos a buscar soluciones y ayudar.
El aislamiento va a afectar a muchos, preguntemos si han pasado por cuadros previos de depresión, si en este momento se sienten solos, si les hace falta algo. Muchos por pena no comunican sus necesidades, y nos va a tocar preguntar a nosotros.
La iglesia siempre ha estado presente en tiempos difíciles!
Los cristianos en el primer siglo se esforzaron en vivir las enseñanzas de Jesus al pie de la letra, enseñanzas como la de amar a nuestros hermanos y enemigos como a nosotros mismos. Acciones como esas, sentaron las bases para quelos cristianos en los siguientes siglos se dieran a conocer por cuidar y amar a los enfermos y personas desdichadasy/o desamparadas por la sociedad.
Muchos expertos dicen que lo que ayudó al crecimiento explosivo del cristianismo en el tercer siglo, es la fama que los cristianos crearon cuando se avocaron a cuidar de los enfermos en la plaga de Antonine en 165 DC, la cualmató a un cuarto de la población de Roma, así como también durante la plaga de Cyprian en el 249 DC. De ahíen adelante, los cristianos y su ayuda desinteresada siempre estuvieron presentes en plagas o en momentos de sufrimiento y dolor en la historia de la civilización humana.
El mismo Lutero en 1527 con la plaga Bubónica decidió no salir de la ciudad para quedarse a ayudar a los enfermos, y esa decisión le costo la vida su hija!
Ahora bien, el cuidar y amar a nuestra gente no quiere decir que tenemos que ser irresponsables con las recomendaciones de expertos. Regresando a Lutero, él mismo tenía reglas muy específicas de obedecer cuarentenas, fumigar casas, así como tener cuidado y respeto hacia todos, para que, en todo lo posible, evitara que más personas se contagiaran.
Sí, entre todo esto también estoy trayendo a la mesa el debate de si cerramos o no nuestras iglesias los siguientes domingos, para evitar más contagios. Sé que muchos creen que si seguimos las recomendaciones oficiales, estamos actuando como “hombres de poca fe” porque “Si cerramos es mostrar que no confiamos en Dios, y el lo que Satanas quiere” (Léase con sarcasmo).
¡No olvidemos que nuestra responsabilidad como iglesia es con el más vulnerable! No podemos ignorar el hecho de que algunas iglesias ya han sido culpables de mucha de la propagación de CoronaVirus en Corea del Sur, Iran, Singapur y Washington DC, así que sí ¡Por favor, cerremos nuestras iglesias por las siguientes semanas! ¡Respetemos los periodos de cuarentena!
Recordemos también que cerrar el templo el domingo no quiere decir que “la iglesia se cerró” o que “está en receso indefinido”. La Iglesia la hacemos todos y cada uno de nosotros, la iglesia se vive todos los días, la iglesia no deja de funcionar al final del domingo cuando el templo (edificio) se cierra, mientras todos nos dirigimos a nuestros hogares. Hemos vivido por años en una mentalidad de templo y tenemos que ver como le recordamos a la gente lo que es ser iglesia!
Sin duda alguna, tenemos mucho por hacer, y ocupamoshoy más que nunca de Dios, para que nos otorgue la guía,estrategias e iniciativas necesarias para ayudar a las personas. No olvidemos que el trabajo, la responsabilidad y el privilegio de ayudar a nuestro prójimo, es de todos, no sólo de los líderes.
Al fin, sin ser de esos que tratan de buscar el bien en las cosas malas, creo que del mismo modo en que el Coronavirus vino a mostrar lo frágil y disfuncional del sistema medico de muchos de nuestros países y lo poco preparado que estábamos, también vino a mostrarnos lo frágil y disfuncional de la institución del nuestro tiempo. Creo firmemente en que todo lo que está sucediendonos va a ayudar a ser y hacer una mejor iglesia. Yo espero que el COVID-19 nos muestre esos errores y defectos estructurales y/o institucionales que ya existían e ignorábamos, que nos ayude a reencontrar el verdadero significado de hacer iglesia.
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Editado por Daniel Hernandez
Le encanta la lectura, y por eso se le ocurrió que talvez él este en la capacidad de escribir su propia Novela. Vamos a ver si es cierto!
Vive con su esposa y 3 Hijo en Los Angeles, CA.
[…] Cuando la iglesia se ve forzada a ser iglesia. (Por el CoronaVirus) […]